Nutrir la comunidad y el bienestar planetario
(Este blog ha sido traducido por software)
Una de las lecciones clave de la pandemia mundial de COVID 19 fue el valor de la naturaleza en las ciudades: Durante el cierre, nuestra existencia, por lo demás aterradora y solitaria, se vio aligerada al ver y oír aparecer especies silvestres autóctonas en las calles y espacios públicos vacíos. El único lugar al que podíamos ir sin peligro durante la pandemia era una zona natural o protegida, y los espacios abiertos públicos verdes y azules. Fue aquí donde encontramos consuelo y una sensación de bienestar y nos recordaron que no somos la única especie del planeta Tierra, sino que coexistimos y compartimos nuestro planeta con una asombrosa variedad de especies de fauna y flora.
Nuestras ciudades no pueden sobrevivir sólo de hormigón, cemento y acero. En el nivel más básico, la naturaleza proporciona a las ciudades y pueblos recursos ricos y diversos. Las investigaciones indican que el 25% de los fármacos de la medicina moderna proceden de plantas de la selva tropical, lo que significa que cada vez que se extingue una especie, nos perdemos un nuevo medicamento potencial. La biodiversidad también garantiza la seguridad alimentaria y la nutrición; además, la polinización afecta a la cantidad, el contenido nutricional, la calidad y la variedad de los alimentos disponibles. Ecosistemas como los humedales nos prestan servicios por valor de billones de dólares cada año -de forma totalmente gratuita-, entre los que se incluyen la purificación del agua, el control de las inundaciones, la estabilización del litoral y la protección contra las tormentas.
Las ciudades pueden prosperar cuando la naturaleza y la salud humana se unen, pero la relación entre estos dos temas no se tiene tan en cuenta como debería en la planificación urbana. En el Congreso Mundial de ICLEI, gobiernos locales y subnacionales se reúnen con expertos de la OMS, ONG y académicos para debatir las poderosas oportunidades de las soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático, creando al mismo tiempo lugares saludables y prósperos para vivir. Como dijo Kobie Brand, ICLEI “Estamos en un momento crucial, ahora más que nunca, necesitamos actuar colectivamente y darnos cuenta del potencial de las Soluciones Basadas en la Naturaleza para nutrir un planeta que sostenga la vida y la salud de las personas.”
Yucatán se encuentra entre los gobiernos subnacionales que están aplicando el enfoque Una Salud, impulsado por el compromiso con el bienestar presente y futuro de nuestro planeta, tal y como declaró Mauricio Vila, Gobernador de Yucatán, México. Instó a los gobiernos locales y regionales a unirse en la promoción de Una Salud a escala mundial y a incorporar soluciones basadas en la naturaleza en todos los aspectos del desarrollo sostenible. Como Campeón de RegionsWithNature, el Gobernador Vila reafirmó su dedicación a esta iniciativa, haciendo hincapié en su importancia para armonizar el desarrollo urbano con la naturaleza.
Cristina Romanelli, Oficial de Programa, Biodiversidad, Cambio Climático y Salud, Organización Mundial de la Salud, reconoció la importancia de las ciudades y regiones habitables, que es una de las razones por las que el Manifiesto de la OMS para una Recuperación Saludable de Covid-19: Prescriptions and Actionables for a Healthy and Green Recovery, que consta de 6 pilares, tiene uno dedicado exclusivamente a “Construir ciudades sanas y habitables”. Durante la pandemia, ciudades como Milán, París y Londres aplicaron soluciones innovadoras para hacer frente a la crisis, que mejoraron la actividad económica y la calidad de vida posteriormente, lo que demuestra que son los gobiernos regionales y municipales los que están mejor situados para comprender las oportunidades y limitaciones del cambio sistémico y actuar en consecuencia.
En la sesión participaron más ciudades que respaldan el enfoque “Una sola salud” y compartieron planes visionarios y proyectos inspiradores. Rogério Menezes, Secretario de Clima, Medio Ambiente y Sostenibilidad de Campinas, Brasil, habló del objetivo de la ciudad de tener el 20% de la superficie cubierta de árboles y bosques para crear zonas donde la gente pueda pasear y practicar deportes, con el fin de mejorar su salud y su calidad de vida. Niko Kyynäräinen, Alcalde de Lahti (Finlandia), presentó el programa “Paso de la Naturaleza a la Salud”, que unifica los objetivos medioambientales y sanitarios de la región en una única iniciativa de 10 años. Tiene objetivos ambiciosos, como la salud pública, la mitigación del cambio climático, la adaptación, el aumento de la biodiversidad, la colaboración entre los agentes medioambientales y sanitarios y el ahorro de costes.
One Health también está ganando cada vez más atención en el ámbito de los proyectos europeos. Los proyectos de la UE Horizon 2020 CONEXUS y GoGreenRoutes están a la vanguardia de este cambio, trabajando directamente con ciudades como Lahti y Bogotá para aprovechar el poder de las soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la salud humana y ambiental.
La integración de la naturaleza en la planificación urbana no es una mera consideración política, sino una estrategia crucial para fomentar la salud humana, la estabilidad ecológica y el desarrollo sostenible. Las lecciones de la pandemia COVID-19 pusieron de relieve el papel vital que desempeñan los espacios naturales en nuestro bienestar, recordándonos nuestra interconexión con el medio ambiente. De cara al futuro, es esencial que los gobiernos locales y regionales adopten soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y los problemas de salud pública. De este modo, podremos construir ciudades resilientes y habitables que mantengan tanto la salud humana como la medioambiental, garantizando un futuro mejor para todos los habitantes de nuestro planeta.